Colombia da el primer paso para la legalización de la marihuana. El presidente Santos aprobó hoy un decreto por el cual se reglamenta el uso del cannabis con fines médicos y científicos. El Gobierno encara así un debate que lleva muchos años presente en la opinión pública colombiana.
"Hay que ser claros: esta medida no va en contravía de nuestros compromisos internacionales sobre el control de drogas y ni mucho menos contra nuestra política en la lucha con el narcotráfico", aclaró Santos, que apuntó que la marihuana medicinal ya es legal en varias zonas de Estados Unidos y en Canadá, Países Bajos, Argentina, Brasil, Perú y Chile.
Según explican fuentes del Ministerio de Salud a este periódico, el decreto reglamenta la última legislación vigente en el país, el Estatuto Nacional de Estupefacientes, regulado en la Ley 30 de 1986. "En los artículos tres, cinco, seis y ocho ya se hablaba de la producción y el cultivo para fines medicinales y científicos, aportando el marco sobre el que podría actuar el Ministerio".
Lo que ha hecho el gobierno hoy es establecer un marco para regular las actividades que permitirían el uso del cannabis para estos fines. Así queda reflejado en el decreto: "Tiene por objeto reglamentar la tenencia y cultivo de semillas y plantas de cannabis, así como regular los procesos de producción, fabricación, exportación, distribución, comercio, uso y tenencia de éstos y sus derivados, destinados a fines estrictamente médicos y científicos".
En la firma han participado los Ministerios de Agricultura, Justicia y Salud, y este último será el encargado de aprobar o denegar las licencias, que se podrán solicitar a partir de mañana miércoles y que tendrán una respuesta en un máximo de 30 días hábiles.
"Hay evidencia científica de las bondades de esta planta en la salud. Buscamos que los pacientes puedan acceder a los fármacos de una forma segura, de calidad y accesible", apuntó Santos, que cree que este decreto servirá para "fomentar la investigación científica" en el país. "Colombia se coloca a la vanguardia, como una nación progresista en el uso de sus recursos naturales para combatir enfermedades".
También aclaró que las áreas de cultivo (hasta ahora eran todas ilegales) se someterán a un "mecanismo de seguimiento" por parte del Estado, pero no especificó a qué precio se podrá comprar el cannabis para estos fines (hasta ahora no había regulación, al formar parte del mercado negro) ni quiénes accederán a los permisos para el cultivo.
Esta noticia abriría la puerta para exportar desde Colombia productos fabricados con marihuana, siempre que en el país receptor fuera legal. Y el decreto permitiría acceder a la marihuana con fines medicinales a ciudadanos nacionales y extranjeros con domicilio en Colombia.
El Gobierno afronta un debate muy arraigado en la sociedad colombiana. Una encuesta realizada por Datexco para la Fundación Ideas (FIP) hace justo un año reflejaba que seis de cada diez colombianos estaría a favor de legalizar la marihuana para uso medicinal. Entre los jóvenes de 18 a 24 años, este apoyo llegaría al 71%.
"Esa tendencia confirma otras encuestas de la FIP según las cuales la política de drogas, basada en el prohibicionismo, hay que revisarla porque no ha producido los resultados deseados", apuntaba en el diario 'El Tiempo' María Victoria Llorente, directora de la FIP.
El director de la Política contra las Drogas, Javier Flórez, hablaba de "eslabones débiles" (campesinos y consumidores), con los que habría que buscar soluciones, y de eslabones fuertes, "los que la comercializan y se lucran de ese negocio, con los que debemos seguir aplicando todo el peso de la ley
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