María Varona, esposa de Ricardo Varona, dijo a los jurados este jueves que ahora tiene que viajar a Colorado para comprar marihuana comestible y píldoras para la prevención del cáncer
Con su establecida industria de marihuana para fines médicos y recreativos, Colorado tuvo un papel protagónico el jueves en el juicio de un hombre de Miami quien insiste en que cultivaba la hierba en su casa sólo para aliviar el sufrimiento de su esposa, quien padecía de cáncer.
Un exitoso proveedor de marihuana legal en Colorado explicó a los jurados los detalles de las diferentes variedades de la hierba, así como su cultivo y normas estatales. Por su parte, un neurólogo declaró que los emprendedores estatales están “gastando millones de dólares en un intento por patentar sus fórmulas de cannabis terapéutica”.
Y María Varona dijo a los jurados que ahora tiene que viajar a Colorado para comprar marihuana comestible y píldoras para la prevención del cáncer porque su esposo fue arrestado por tráfico de marihuana en el suroeste de Miami-Dade el año pasado.
“Allí (en Colorado) es legal”, declaró María Varona, quien agregó después. “Allí ayudan a las mujeres con cáncer, me dan asistencia”.
Los testigos fueron los protagonistas del juicio el jueves en momentos que la defensa de Ricardo Varona trató de presentar las diferencias entre Colorado y Florida, donde la marihuana para fines recreativos sigue siendo ilegal y donde su uso para fines terapéuticos para ciertas enfermedades no se autorizará hasta el próximo año.
La policía de Miami-Dade arrestó a Varona en julio del 2014 e informó que le habían decomisado 15 plantas de marihuana vivas, con un peso de 103 libras, que podían haber generado por lo menos 30 libras del producto terminado.
La fiscalía dijo al jurado que el laboratorio era sofisticado y que incluso tenía luces de alta intensidad que imitan el sol, filtros de carbón para eliminar olores y ventiladores para enfriar el entorno. Era tanta la hierba, concluyeron, que sencillamente era demasiado para el consumo de una sola persona.
Varona también reconoció a la policía que anteriormente había tenido cultivos de marihuana bajo techo, aunque no se permitió a los jurados escuchar eso porque Varona no fue acusado de nada. El supuesto delito ocurrió antes que se aprobara la ley que autorizó el uso de la marihuana terapéutica en la Florida y sólo un puñado de compañías recibirán licencia para ofrecer la hierba a los pacientes.
El juicio ocurre en momentos en que las leyes sobre el consumo de marihuana se han hecho menos estrictas en muchas partes del país. El uso de la hierba para fines médicos está autorizado en más de 20 estados y para uso recreativo en cuatro, Colorado entre ellos.
La defensa de Varona tiene un enfoque único, al menos en el sur de la Florida, donde muchas personas la cultivan bajo techo. El primer declarante fue Bruce Vanaman, un paciente de cáncer de Colorado que se ha convertido en un exitoso empresario de la marihuana y opera varias granjas de cultivo en todo el país.
Vanaman dijo que en comparación con sus operaciones en Colorado –que más recientemente rindieron 1.5 millones de libras de la hierba– las operaciones de Varona eran “de tecnología básica” “nada profesionales” y en ningún momento podía decirse que fuera un “laboratorio” hidropónico.
“Es un huerto”, le dijo al abogado defensor Adam Bair.
Vanaman agregó que los detectives de Miami-Dade calcularon indebidamente el peso de las plantas inmaduras de marihuana de baja categoría halladas en la casa. “No es un cultivo comercial, para nada. Es para uso personal”, afirmó tras mirar las fotos de la policía.
La persona que supuestamente consumía la marihuana, en forma de productos comestibles, era María Varona, quien declaró que le diagnosticaron cáncer del seno en el 2010. Entonces comenzó a consumir productos con marihuana en Venezuela mientras se sometía a tratamiento, y posteriormente comenzó a tomar un medicamento llamado Tamoxifen, que provoca vómitos, náuseas e insomnio.
María Varona dijo que aunque ya no tiene cáncer tiene que seguir tomando el medicamento, que recibe ahora desde Colorado, junto con comestibles a base de marihuana, debido a que muchas personas en su familia han padecido de la enfermedad.
Insistió en que no miente para proteger a su esposo, aunque no dio muchos detalles sobre cómo y cuándo su esposo le preparaba los comestibles con marihuana. También alegó que no sabía que su marido tenía un cultivo de marihuana.
“Yo lo sospechaba, sentía el olor, pero no sabía nada. El tenía el lugar cerrado”, dijo María Varona a la fiscal Kimberly Achila. “Nunca me dejaron entrar allí”.
La defensa llamó a declarar al Dr. Denis Petro, neurólogo y prominente defensor del uso de la marihuana para fines médicos, quien testificó que la marihuana se considera segura y que ayuda mucho para tratar los efectos del Tamoxifen.
El juicio concluye el viernes ante el juez de circuito Alberto Milián.
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